EL PODER DE LA EMOCIÓN

Hay momentos que nos despiertan emociones dormidas, hasta reprimidas. Puede ser una persona, una situación, incluso una simple canción.

Hay momentos que nos despiertan emociones dormidas, hasta reprimidas. Puede ser una persona, una situación, incluso una simple canción.

Intentamos sujetar la emoción que nos desborda con un dique racional, pero hay un momento en que ya no se sostienen más...y es ahí donde lo correcto y el "debería ser" desaparecen, donde el rio emocional se desborda en el cauce por donde debía haber seguido su curso hace mucho tiempo, quizás años, quizás toda una vida.

Déjalo salir, aunque te de vergüenza, la emoción necesita drenarse para volver a circular tranquila por el lugar que le corresponde....o quizás ese desbordamiento origine un cauce diferente al que llevaba.

El poder de la emoción es ese, nos permite conectarnos con nosotros mismos, con nuestras necesidades frustradas y a veces olvidadas. En definitiva, nos permite abrir nuevos caminos, nuevas conexiones neuronales para que por fin ..... nos demos el permiso de ser la persona que de verdad somos.